Lucién Briet
Homenaje a un pionero.
La secular belleza de estas tierras altoaragonesas que aún hoy puede ser admirada, no habría llagado a nuestros días sin la tenaz labor por su conservación y divulgación de un sin número de anónimos enamorados de sus paisajes, gentes y costumbres. Entre todos esos amantes es obligado e imprescindible destacar a Luicén Briet. Desde Casa Boletas queremos hacer un homenaje a este aventurero que nos dejó un imborrable recuerdo de lo que esta zona significa para much@s de nosotr@s.
Lucién Briet nace el 2 de marzo de 1860 en París. Su carácter aventurero le llevan a conocer los Pirineos en 1889. En su primera campaña en 1891 ya visitó los valles de Bujaruelo, Torla y Ordesa. Posteriores exploraciones financiadas por una tía suya le permitieron profundizar en una identidad cultural y unos paisajes que le fascinaron. Montañero, explorador, fotógrafo, publicista, poeta, desertor, anticlerical y vividor. Contrajo matrimonio a los cincuenta y seis años y murió a los sesenta y uno, dejando en la ruina a su mujer y a su única hija.
Briet se dedicó en cuerpo y alma al Altoaragón, le dedicó muchos escritos, que fueron recogidos en tres libros por el Museo de los Pirineos de Lourdes. Así pues, son destacables sus trabajos sobre el Macizo de Marboré, Peña Montañesa. Sierra de Guara, desfiladero de Entremón, Gargantas del rio Vero, valle de Vió, rio Flumen, El Salto de Roldán, Bielsa y diversos barrancos y cuevas.
Su magnífico libro «Bellezas del Alto Aragón» , resultado de un deseo de conocer y un amor sin límites a estas montañas altoaragonesas, fue editado por primera vez en el año 1913 por la Diputación Provincial de Huesca y del que se hicieron varias ediciones, siendo la primera en el año 1977. En este libro describe sus andanzas por Ordesa, valle del Ara, Escuaín, Bielsa, Mascún, e incluso menciona el ámbito espeológico del Pirineo calizo. Su obra está dedicada al Altoaragón «por el amor a sus gargantas, barrancos y montañas».
Cuando Lucién Briet recorrió por primera vez el Valle de Ordesa, escribió:
«y cuan extremados son la sencillez, el arte, el lujo y la elegancia con que estas crestas, estas montañas, estos colores se diversifican en el espacio limitado por rocas inmensas»
En otro interesante fragmento añadió:
«En el valle de Ordesa se encuentran reunidos los aspectos más variados en gradaciones marcadas de vigor, de tonalidades de color, de gracia y belleza. ¡Cuántas veces, tendido sobre la pradera verdaderamente extasiado, con la beatitud infinita a que se inclina nuestro espíritu, fatigado de la existencia terrenal , he sentido, reconcentrado en mí mismo, ante este palacio de la naturaleza, cual si me encontrará en el seno de Dios!»
En su momento, la obra de Briet tuvo una gran eficacia divulgadora y desde luego, contribuyó a que se tomara conciencia de proteger la naturaleza en Ordesa, ya que promovió la idea de la creación del actual Parque Nacional. Para el conocedor de los parajes, la contemplación de estás instantáneas tomadas a principios del siglo XX con placas cargadas en un burro, con bastante frecuencia, transmiten un agradable sentimiento de romántica nostalgia.